
Cuenta la historia de Macondo, un pueblo que pasa a ser ciudad; y la historia de los Buendía, una de las familias que funda la ciudad y la más importante.
Un dato a tener en cuenta es que gracias a esta obra, García Márquez, logró su premio nobel y la verdad, no me extraña.
Ciertamente es un libro que me ha llegado y bueno, no os voy a relatar todos los acontecimientos que suceden en él porque como podéis imaginar, cien años dan para mucho.
Para mi, el libro no es más que el transcurso de una vida, pero no una vida cualquiera, sino la de un pueblo que bien se asemeja a la vida de cualquier persona.
Al principio eres un niño pequeño y en ti, todo es mágia, tu única ilusión es explorar y aprender. Después creces y vas madurando, cada uno a un ritmo y es entonces cuando descubres cosas que de pequeño no entendías y que probablemente van a hacer que pierdas toda la pureza que de pequeños tenemos todos; en este caso, en el caso de Macondo, hablamos de la tecnología, la política y la religión y realmente, en nuestro mundo, antes y ahora, lo que más han aportado esas tres cosas es destrucción, la de nosotros mismos y la del planeta... Finalmente, cansado, corrompido y viejo mueres, y todo lo que has sido se borra de la faz de la tierra de un simple plumazo, igual que Macondo.
Una pequeña visión del libro para mí. Macondo esa pequeña gran ciudad que es la vida.